When there's no more room in hell: otro obituario

Y nuevamente con un obituario. Cuando The Walking Dead salga de la televisión, el género de zombies habrá muerto totalmente, si se asume que esta serie es su cenit y que a pesar de esto ya perdió lo que la hacía emocionante para los que desde hace décadas fuimos sus seguidores: el hecho de que a la gente corriente le parecía inmundo, de segunda, de baja estopa, clase B o C, etc (esta idea la hemos explorado inconscientemente hasta la saciedad con la obra de El Chibcha Loco). Ahora es 'guay' como dirían en España.


Eso sí, habrá muerto de muerte natural, de vejez, ya no habrá que decir nada más al respecto, se habrá agotado, ya no tendrá una gota más que exprimirle. Muerte que si ya no había comenzado, comenzó ayer con la partida de su único y reconocido padre, George Romero, el creador que muere con su obra.

La noche de los muertos vivientes, opera prima y obra más conocida de Romero fue un producto de la década de los años 60 del siglo pasado, como los Espagueti Western, el rock, o el LSD, pero a diferencia de éstos, no se diluyó en el curso de unos pocos años. Una película en blanco y negro con un protagonista negro en la que los muertos y los vivos se ven realmente parecidos pero los muertos hacen muecas y caminan arrastrando los pies persiguiendo a los vivos para comérselos, aun así, daba miedo…, da miedo, porque es el miedo a los demás, el miedo a los otros.

A veces en la mente me aparece la idea de que una masa de chibchas que se encuentra a mi alrededor se va a voltear y va a querer sacarme las tripas con sus dientes y manos y me va a dejar esparcido en un andén como una masa de carne con hueso y tejido blando en una paleta de colores que va del crema al rojo encendido pasando por un rosado pálido e inclusive mezclándose con el café oscuro de la mierda que esta esparcida cada diez centímetros en Bogotá. Esa es la razón del éxito de este género, es creíble, a pesar de que es absurdo uno piensa que puede pasar. La Noche de los Muertos Vivientes extrañamente se convirtió en un clásico del cine y no obstante verla muchas veces, sigue gustando, además que se encuentra en YouTube porque no tiene ©, por un error en su nombre o algo así.



Los que tenemos suerte logramos ver toda la saga de zombies de Romero. Casi diez años después de la noche llegó El Amanecer, la mejor de sus películas de zombies: en color, una trama más elaborada, mejores actuaciones, una crítica al consumo y la inolvidable frase del protagonista negro: “Cuando no haya más espacio en el infierno, los muertos caminarán la tierra” (El Chibcha Loco homenajea esta magna frase en Las Puertas, tema de nuestro segundo álbum). Adicionalmente trajo otra creación de Romero en el cine, el “Gore”, es decir las tripas y el reguero de sangre por todos lados, otra vaina que a la gente corriente no le cupo durante algún tiempo, ahora hasta se disfrazan así. Una obra maestra.

El Día de los Muertos no fue tan impactante, La Tierra de los Muertos tal vez fue la que tuvo mejor producción y cómo no, con ésta la saga no se salvó de su cuota Chibcha: John Leguízamo, reconocido protagonista de El Paseo 8 o 9. Posteriormente, El Diario de los Muertos a-lo-La Bruja de Blair y finalmente La Resistencia de los Muertos, en la que revolvió elementos de western y algo de poesía visual no muy interesante; de todas formas a lo largo del tiempo Romero actualizó tanto técnicamente, como en términos de discurso sus películas para que se acomodaran correctamente a su tiempo.

El género se ha explotado incansablemente, algunas veces con más fortuna que otras, sobresale el género italiano de zombies, de la más pura estirpe B, en la que antes de que aparecieran los muertos había una escena sexual con desnudo, o al menos una vieja empelota. No hay que olvidar que Dario Argento fue secuaz en varios momentos de Romero. Apesta el zombie chistoso o de comedia y ahora con YTB abundan las películas de zombies DIY que no dan las más mínimas ganas de siquiera pensar en ver cómo son.

Colombia por supuesto se hizo partícipe del género con La Muerte Chunchurria, un mediometraje increíblemente impactante por lo malo, en el que hay mariguaneros, chunchullo, taxistas y bicicletas de cross; un paroxismo Chibcha-Zombie. Ahí se la dejamos por si se anima a semejante exageración. Y que finalmente descansen en paz los muertos y también George Romero.

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